Hasta 2011 la Fundación Diego y Lía promovió un proyecto piloto de un fondo de microcapital cuyo objetivo fue el de asignar recursos de capital de riesgo a microempresas con alto potencial de crecimiento y generación de valor que, dada su limitada estructura, no contaban con posibilidades de acceder a créditos formales del sector bancario. Las microempresas fueron preseleccionadas por Interactuar (entidad que funcionó como operador del fondo), y según el tipo de negocio y las posibilidades de surgir, el comité de inversiones seleccinó a los 25 microempresarios que accedieron a los recursos del fondo. Este fondo de capital semilla fue administrado por la Fiduciaria Bancolombia. En las últimas fases del fondo se vinculó la Fundación Saldarriaga Concha con el fin de dar apoyo a proyectos productivos orientados a personas con discapacidad.
Como resultado de este esfuerzo, se generaron más de 300 empleos en la ciudad de Medellín y en la zona de El Salado.
Hoy, aprovechando la experiencia y resultados del fondo de Microcapital. la Fundación Diego y Lía ha dado el paso hacia la construcción del Fondo Inversor.